11
Mar
2022
Cuento solidario: Mi cuerpo es mi tesoro. La mano roja.
Holaaaa.
Buenos días.
Tenía ganas ya de subir a la Fábrica éste cuento.
Léelo con mamá porque la gustará muuucho compartirlo contigo.
Tengo 2 hijos de 7 y 11 años con los que jugar, aprender, compartir…, lo escribí para ellos, lo leí con ellos y pasamos un buen rato.
Espero de todo corazón que a vosotros, super-leyentes, os pase lo mismo.
Un abrazo.
Muac. Muac.
Autora:Inés Díez Rodríguez.
Dibujos: Inés Díez Rodríguez.
MI CUERPITO, MI TESORO. LA MANO ROJA
Era verano. Un día calurosísimo. Clara y Carlos no podían salir. Se quedaron en casa, porque allí estarían más fresquitos. En el patio de la casa sacaron una mesita y se pusieron a recortar, empapelar y pintar.
Al acabar fueron a buscar a su mamá, y comenzó una curiosa conversación.
__ ¡Mira, mira, mamá!, somos regalitos. –gritó Clara mientras se recolocaba su precioso disfraz–
__ Es verdad. ¡Qué bonitos sois!
__ Mamá, mi cuerpito es un regalo que tiene princesas, coronas y le he puesto lazos dorados y azules.
__ Es precioso Clara. Carlos, ¿y el tuyo?
__ El mío es un tesoro y lleva monedas, medallones, lazos rojos y ¡camioneees!
__ ¡Qué original Carlos! ¿Sabéis una cosa? Vuestro cuerpito es un gran tesoro, que encierra cosas bonitas y buenas. ¿Qué guarda tu cuerpito, Clara?
__ Guarda lo guapa que soy.
__ Sí, claro. Tengo unos hijos guapísimos. Ja,ja,ja,ja.
__ El mío guarda las cosas que digo y mis luchas de piratas.
__ Si y el mío guarda todo lo que quiero a mamá, papá y a todos.
__ Muy bien, chicos. Bueno, yo creo que vuestro cuerpito guarda lo importante que sois y que seréis mañana.
__ Y tu cuerpito, mamá, ¿qué guarda?
__ Huy, guarda los cuentos que escribo. Guarda lo que os quiero, a ti, mi muñeca y a ti, mi príncipe. Guarda ilusiones y deseos. Y sobre todo me guarda a mí, me protege, y da cariño a los demás. Eso espero, que guarde muchas muchas cosas buenas. Todavía lo tengo que descubrir, ¿sabéis?
Bueno chicos, debéis saber algo importante: que nadie toque los lacitos, que nadie estropee esos regalos tan chulos. Que nadie juegue y toque vuestros cuerpitos. Solo son vuestros.
__ Sí, son preciosos, mamá. Los vamos a guardar muy bien, ¿verdad Clara?
__ ¡Así me gusta! Y si hubiera una mano mala, loca, loca, que quisiera tocarlos, se atreve a romperlos o hacerles daño. ¡¡CONTADLO!!. ¡¡¡ Hay que contarlo todo!!! Nunca hay que callarse, ni siquiera aunque te digan que es un secreto. Así, podréis quitar el daño y el dolor de esa mano loca.
El que te hace guardar secretos que te hacen sentir mal, no se porta bien. Si fuera algo bueno se podría contar, claro está, y ya no sería un sucio secreto. A no ser que …sean secretillos divertidos, como los juegos que tanto nos gustan. ¡Cuidado con los secretos!
__ ¡O una fiesta sorpresa!, como la de mi amiga Olga.
__ Muy bien Clara
__ O esconder el tesoro de las monedas de los piratas…y luego buscarlas.
__ ¡¡¡Siiii, Carlos!!! Esos son secretos juego que nos divierten y nos hacen felices. ¡Esos sí valen! Esos siempre se revelan. Ja,ja,ja.
Yo un día me disfracé de bola de golosinas y caramelos, ¿sabéis? Lo hice con la ayuda de mi abuelita. Mi abuela me contó una historia. Era sobre una mano loca que hacía daño.
__ Es un disfraz tan bonito que todo el mundo lo querrá — me dijo la abuela–, ten cuidado para que no te lo roben, ni te lo toquen. “
__ Abuela, no digas eso, no me metas miedo– le dije yo—
__ No es miedo, cariño –me contestó tranquila–, es prudencia. Solo quiero protegerte y que nadie te asuste o dañe. Te lo cuento porque… yo conocí una mano loca.
__ ¿Loca? — le pregunté inquieta.
__ Sí, una mano que cuando me tocaba, no me gustaba. Una mano que acariciaba y me tocaba muy distinto a como lo hacía mamá. Una mano que quería algo que no entendía. Una mano que me ponía nerviosa. Una mano que a veces me hacía llorar. ¿Quiere hacerme daño?, me preguntaba y no lo sabía bien.
__ ¿Y qué hiciste, abuela? –- le pregunté–.
__ Se lo conté a mi madre y a mi tía.
__ ¿Qué hicieron ellas?
__ Llamaron a la policía. Se llevaron la mano a juicio. La metieron en la cárcel. Y a mí se me pasó el miedo. Ahora soy capaz de sonreír, ya lo ves – dijo mi abuela–.
__ ¿Dónde está la mano ahora, mamá? – me preguntó Clara, preocupada por la abuela.
__Se fue para siempre.
__ ¿Seguro? –preguntó Carlos–.
__ Segurísimo, se lo pregunté de pequeña en mi carta a los Reyes Magos, ¿sabéis? Me dejaron una nota. Es preciosa, la he guardado de recuerdo. La buscaré y os la enseñaré. Me contaron muchas cosas. Ja,ja,ja. Ese año me regalaron un disfraz precioso de princesa, con corona de plata y zapatitos de cristal. ¡Ah, y una bicicleta con ruedines!
__Bueno chicos, acabemos, vamos a poner luces al disfraz del carnaval.
__¡Síííííííí! ¡Qué «ideota»!
__Ja, ja,ja,ja.
¿Cómo preparar a una madre para que sus hijos no sean lastimados? PREVENIR es lo único que se me ocurre.
- un niño alertado (ante el engaño, el dolor, amenazas…)
- un niño que sepa que ante todo LE VAN A CREER.
- una madre instruida en cómo tratar estos temas difíciles: ¿cómo, qué decirles?
DESDE LA MÁS TEMPRANA EDAD QUE SE PUEDA.
- Signos de prevención ,“alertas”…
Claro que…, sería importante instruir a la sociedad: profesores, médicos, enfermeras…
A veces, el abusador está tan integrado y es tan cercano a la familia que parece increíble.
Este es un cuento solidario que pretende proteger en la infancia. Mamá «paséate» por este cuento con tus hijos.
A lo mejor, este medio cuento surgido del miedo y del amor a la vez, tiene sentido, puede ayudar a otros niños….
Como veis me gusta escribir cuentos. Llegan al corazón antes que una “charleta”. Aunque éste es especial. Estoy en ello.
Si alguien te daña y toca o rompe tu cuerpito, tu regalo, tu cofre del tesoro, cuéntalo, solo así podrás pararlo.
Evitando secuelas
APRENDÍ A DEFENDERME, CONTÁNDOLO A QUIEN SÍ PODÍA PROTEGERME.
Hasta pronto.
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